Cuando abandonas algo y la distancia se va haciendo cada vez más larga. Cada vez está más lejos. Y lo miras de reojo sin tener muy claro si esa fue tu vida o la de alguien más feliz que tu.
Es solo entonces cuando te puedes ver desde fuera... como hacía Pessoa... Al volante del Chevrolet:
... A la izquierda, ya atrás, la casucha modesta, menos que modesta.
Allí la vida debe ser feliz, sólo porque no es la mía.
Si alguien me vio por la ventana, soñará: ese sí que es feliz...