Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mismos lugares. Es el momento de la travesía. Y, si no osamos emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos.
Así definía hoy Pessoa mi falta de valentía, entre mis libros.
martes, 2 de diciembre de 2014
sábado, 1 de noviembre de 2014
lunes, 19 de mayo de 2014
desbastando el tiempo
Hay
personas y lugares que consiguen detener el tiempo. Que hacen que los
sonidos y los olores se nos presenten más intensos, y las luces nos
descubran solo los detalles y rincones importantes, dejando las
prisas en las más profundas sombras.
lunes, 7 de abril de 2014
viernes, 4 de abril de 2014
lunes, 31 de marzo de 2014
miércoles, 19 de marzo de 2014
Dulce nana del olvido
Mi falta de atención me atormenta cada
día.
Intento convivir con la dispersión,
con el desinterés hacía los estímulos del mundo, pero no lo
consigo. Mi existencia, que siempre se había mantenido en la sombra
pero muy despierta, ahora se está volviendo vacía incluso para mí
misma. Estoy difuminándome poco a poco.
No poder sobrepasar la superficie de
las cosas me lleva a una perdida de identidad irreparable. Me ahogo
al no poder mirar. Las cosas pasan por delante de mis ojos reclamando
mi atención, pero mi mente no quiere profundizar.
Me cuesta levantar los ojos. Me cuesta
mantener la mirada. Me supone un gran esfuerzo escuchar o sumergirme
en las profundidades de un libro, en los matices de una luz, en la
sensibilidad de un proceso lento y ascendente.
Sigo en busca de mis monstruos, de esas
obsesiones que no me dejaban dormir.
Se han diluido en un mundo
multipantalla y unidireccional. En un sistema de miras cortas donde
no se presta atención al horizonte, y los ojos encuentran freno a un
metro de la cara. En un mundo virtual distraído que no deja sitio a
la reflexión o al entusiasmo. Un mundo que convierte todo en
translucido para que miremos a través de la superficie. Que no
presta atención al pasado porque ni tan siquiera observa su
presente.
Mi cámara de fotos, abandonada en un
armario en un exceso de arrogancia del pasado; es hoy la única capaz
de devolverme el alma. O en ello confío.
lunes, 17 de marzo de 2014
sábado, 8 de marzo de 2014
16 de enero de 2013
Quizá el camino sea largo, las distancias duras y el viaje casi insoportable.
Pero quizá también no nos demos cuenta de que el camino es solo una linea entre dos puntos, la distancia algo pasajero y el viaje una forma de vida.
Es solo entonces cuando la lluvia cala.
Pero quizá también no nos demos cuenta de que el camino es solo una linea entre dos puntos, la distancia algo pasajero y el viaje una forma de vida.
Es solo entonces cuando la lluvia cala.
viernes, 21 de febrero de 2014
desaparecer
Había
dejado de sentir, de escribir, de leer.
En
un momento que se suponía de grandes ilusiones y decisiones, de
ganas de hacer; yo estaba más apática que nunca. No prestaba
atención a los detalles, no profundizaba, no me paraba a pensar ni a
mirar.
A
veces lloraba por las noches. Eso me consolaba. Todavía guardaba
algo de sensibilidad.
La
ansiedad de querer estar siempre en un lugar diferente al que estoy,
de vivir en un lugar diferente al que vivo, se había vuelto en mi
contra traduciéndose en una profunda dispersión que me hacía no
detenerme ante nada.
Entonces,
entré como terapia en uno de mis blogs de referencia y encontré la
siguiente cita de Simone Weil: Amar es estar atento. Tan
sencillo como eso.
Yo sabía que estaba distraída, que los últimos años de mi vida habían pasado de una forma muy superficial por delante de mi, sin que me diera tiempo casi a tocarlos.
Yo sabía que estaba distraída, que los últimos años de mi vida habían pasado de una forma muy superficial por delante de mi, sin que me diera tiempo casi a tocarlos.
Pero
no era consciente de la gravedad que suponía esta falta de atención.
lunes, 10 de febrero de 2014
encuentro
Y en lugar de reprocharme los veinte
minutos de retraso, ella me miro, con una sonrisa y una calma propia
solo de aquellos que saben estar consigo mismos y me dijo,
“tranquila, hacia mucho que no me paraba a mirar”.
Yo pensé que sería así como elegiría
mis amigos a partir de ahora.
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